El difícil acceso a Jericoacoara (Jeri) auguraba un pueblo encantador apartado de la civilización y lo convertía automáticamente en un buen lugar donde descansar. Llegamos justo cuando anochecía, a lomos de un 4x4 que nos hacía trotar e impedía sacar buenas fotos. Una lástima, ya que el camino entre Jijoca y Jeri es precioso: dunas blancas se intercalan con agrestes planicies y un buen puñado de estanques de agua. Nada más poner los pies sobre la arena de la Rua Principal, buscamos una pousada donde pasar tres noches, una tarea que fue de los más fácil, ya que en Jeri sólo hay pousadas, joyerías, tiendas de artesanía, escuelas de kite surf y restaurantes. Pasamos de largo las más bonitas y románticas para meternos de cabeza en una mucho más barata, Pousada Juventude, regentada por Pedrinho de Jeri. El precio (40 Rs la noche los dos más desayuno) y la simpatía del personaje nos convenció rápidamente.
Dejamos las maletas y nos perdimos por las cuatro arenosas calles que tiene el pueblo. El ambiente es agradable, pero lo que antaño fue una pequeña aldea de pescadores hoy es un “Poble Espanyol” orientado por y para los surfistas. Tíos musculosos sin camiseta se pasean en bañador por las calles mientras que las vacías terrazas de los bares y restaurantes indican que en julio esto debe estar a rebosar. Cenamos como pobres un par de pinchos de carne y un plato que parecía tener callos con arroz, acompañados de los pocos perros que viven en el pueblo. Si hubiéramos plantado una tienda nos hubiéramos erigido como los primeros indignados de Jericoacoara. Pero como queríamos dormir bien y estos kitesurferos están menos politizados que Chucha Parc, a las diez de la noche ya dormíamos plácidamente en nuestras camas, exhaustos después de un largo día de mucho trote.
A la mañana siguiente nos fuimos de excursión con Pedro, su buggie y una pareja de brasileños. Nos llevó a todo gas por las kilométricas y desiertas playas de la zona a ritmo de forró; nos enseñó varias lagunas y nos dejó cuatro horitas en un chiringuito paradisíaco en laguna Azul. “Això sí que són vacances”, le oí decir a Guillem, tumbado en una hamaca dentro del agua turquesa, dulce y tíbia, y con un coco en su mano derecha. No comimos nada ya que los precios eran prohibitivos, aun así, gozamos del sitio y aprovechamos para quemarnos todo el cuerpo. Antes de volver a Jeri, Pedro nos llevó a Pedra Furada. Este “famoso” lugar, a pocos quilómetros del pueblo, no deja de ser una piedra grande con un agujero en medio por donde se cuela agua del mar, un timo en comparación de la Praia das Catedrais de Galicia. Antes de anochecer aprovechamos para subir a una duna gigante que hay justo a orillas del océano Atlántico. Es tradición en este pueblo que los guiris suban a ver la bonita puesta de sol desde ese lugar, desde donde se supone que es uno de los pocos lugares del mundo que se puede ver durante un milisegundo un rayo verde. No vimos el rayo ni tomamos una caipirinha del vendedor que obstinadamente sube su carrito de bebidas cada tarde hasta allí, aunque sí aprovechamos la brisa para dejar entrar arena a nuestras cámaras. La segunda cena nos dimos el capricho de sentarnos en sillas, y nos partimos un par de platos que no estaban mal ni eran caros.
El jueves lo aprovechamos para descansar, recuperarnos de nuestras quemaduras solares y deambular por el pueblo. Está claro que no nos da tiempo de fibrarnos ni de aprender kite surf en tan pocas horas, así que tendremos que volver a este lugar cuando cumplamos estos requisitos, que calculo que será nunca.
Lo mejor:
Amplia oferta de pousadas y restaurantes, algunos a muy buen precio.
Sitio tranquilo en el que descansar, leer o aprovechar para lavar la ropa.
Ideal para los surfistas / kite surfistas o los amantes de estos personajes.
Bonitos parajes y lagunas donde bañarse.
La duna desde donde ver las puestas de sol es realmente bonita.
Se pueden seguir clases de capoeria (20 Rs / hora y media) o de kite (230 Rs / 4 horas)
Lo peor:
La esencia de pueblo de pescadores / hippie se ha esfumado para siempre y ahora no deja de ser un pueblo artificial que vive sólo del turismo.
Cuesta bastante llegar hasta aquí.
Precios:
Una noche para dos en Pousada da Juventud: 40 Rs
Una cena para dos en un restaurante barato: 32 Rs
Excursión de un día por las lagunas: 35 Rs
Una caipirinha en los puestos ambulantes: 4 Rs
Lavar dos mochilas de ropa sucia: 25 Rs
Cenar pinchos morunos por la calle y cerveza del súper: 9 Rs
7 comentarios:
Hola, Dani:
No se pueden dejar muchos días sin leer tu blog, que avanza sin pausa. A Rosiña y a mí (tus primines) nos encanta.
Nos alegramos de que esté resultando una experiencia inolvidable.
Por cierto, como verás el portugues es muy parecido al gallego, las palabras que no son similares, suele ser porque son específicas de Brasil. Si los brasileños son igual de amables que los Portugueses con los foráneos(que me imagino que sí)verás que te ayudan en todo lo que pueden.
Besos y abrazos
Tensín! qué alegría leerte. Como puedes comprobar, la aventura va bien, de momento. Brasil es mucho más caro de lo que me esperaba. El portugués se entiende muy fácilmente, excepto cuando hablan rápido y cuando no quieren entenderte.
Hay gente para todos los gustos. No todo el mundo es servicial, pero aún no nos han sacado una recortada, así que se agradece. De momento no hay queja de los brasileños.
Espero que por Ponfe todo bien. Un abrazo a los dos.
Beibi, petons! Em sento una pesáaa, aquí escrivint cada dia, però és que ja saps que la rutina, de vegades, és matadora..., i suposo que llegir les teves cròniques és escapar-ne una mica!
Ja que ho faig, aprofitaré per comentar-te que, si no m'equivoco (i si la persona que m'ho va explicar no s'equivoca), el forró ve de "for all", perquè és un ball molt facilet... No sé si ja ho sabies..., ni si ja l'has posat en pràctica! però és facilot!!!
Quina és la pròxima parada!?? Petóoo
És facilot... :-) Em repeteixo com l'all... Aaai. Beijinhos.
Gelines! ja saps que una aventura similar està a les teves mans. It's up to you!
El tema forró...encara no l'he posat en pràctica. Sé que és molt fàcil, però no he sortit ni un dia de festa! Aquí faig vida monacal ;)
Petons!
Veig que ara tot són platges! En aquests llocs m'adaptaria ràpid! Quina enveja! i jo tancada amb els meus nens singulars que ara, els dóno més petons des de que no estàs tu.
Bé, esperem que de recortada na de na!Cuida't!
Petó
Ei, petons de laia i el padrí.
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