10 febrero 2008

Bollywood, pachanga y bodorrio*

*Estos son los titulares para este fin de semana. Vayamos por partes.

El sábado me levanté tarde. Nunca he sido de madrugar, y aquí, en Delhi, no voy a cambiar esta sana costumbre. Me desperté sobre las 7 para despedir a Pau, que se iba a Bombay para coger el avión a Sydney, pero volví cual zombie a mi super cama para seguir con mi REM. Pasadas las doce empecé a abrir los ojos. La luz naranja que entra por mi ventana y los gritos de los jugadores de cricket que ocupan cada fin de semana el patio que hay al lado de mi casa ayudaron a tal menester. Después, estuve leyendo un poco, viendo algún capítulo de Padre de Familia y dormitando. Todo, en la cama. Sobre las 17 horas decidí llamar a algunos españoles para ir a tomar algo y, al menos, salir de casa. Muchos no me cogieron la llamadas (verídico) y los que lo hicieron me mandaron a paseo. Con mucha educación, eso si. Supongo que ya tendrán tiempo de cogerme "cariño" y no verme como el huérfano que ahora soy. A todo esto, ya eran las 18h y seguía sin plan. Empezaba a oscurecer, así que me vestí velozmente y cogí la moto. Destino: Lajpat Nagar. Allí el bullicio era total. Gente de compras, vendedores ambulantes, coches en contra dirección, luces de neón, baches y perros...Lajpat Nagar es un barrio que lleno de vida y al que recomiendo visitar, aunque no un sábado por la tarde. Delante de la calle principal hay un centro comercial bastante pequeño pero moderno y como tiene una sala de cine me decidí a entrar.
Desde ayer ya puedo decir que he visto una película de Bollywood, ¡y en hindi!. Bueno, el idioma es lo de menos, porque gracias al bajo nivel del guión se entiende todo. Me hizo gracia como la gente aplaudía y se reía por cualquier broma. Como experiencia, no obstante, estuvo muy bien. Además, mi alto poder adquisitivo aquí me permitió comprar palomitas y una bebida grande, algo impensable en España.
Tras el cine volví a casa, algo más animado, y vi otra peli. Esta vez con buen guión y en el portátil.
Hoy, domingo, ha sido totalmente diferente. De hecho, he salido de casa a mediodía y no he vuelto hasta bien entrada la noche.
Por la mañana he ido a jugar un partido de fútbol con unos españoles a un campo algo lejos de mi casa. Más que campo de fútbol era un campo de patatas: con subidas, bajadas y baches. Eso sí, hemos contado con árbitro e línieres totalmente equipados. Todo muy profesional pese a la precariedad del entorno. En el equipo, a parte de españoles, había americanos y algún indio, mientras el equipo rival era 100% producción nacional: bajitos, morenos, delgados y correcaminos.
Los muy cabrones nos han ganado 2-0. Yo he jugado un partido pésimo. Un año sin deporte ha pasado factura. Me faltaba el aire, el campo se hacía grande a medida que pasaban los minutos, el sol era implacable y los rivales salían de mil lados. Saltaban, hacían faltas y cuando les pegabas una buena hostia no se quejaban. La verdad es que he repartido algún palo y me he quedado a gusto. Esta ha sido mi primitiva manera de resarcirme de la derrota. Al final del partido me he jodido un poco la pierna (un estirón, poca cosa) y he acabado suplicando aire como lo haría un fumador empedernido tras subir el Everest.
Tras el pitido final, el grupito de españoles nos hemos ido a comer a un griego muy elegante en el que nos han sablado: 12 euros por persona. Eso, aquí, es mucha pasta. Me lo he pasado casi mejor persiguiendo las motos de mis colegas por las calles de Delhi y saltándonos cualquier norma establecida (como hace todo hijo de vecino aquí) que en el partido. La verdad es que, ser una ciudad sin ley, a veces, tiene su encanto.
Por la tarde he venido a casa para ducharme y he salido pitando a una boda. El chofer de Efe, que despidieron la semana pasada, se casaba hoy. Shiw, que así se llama, debe tener unos 25 años, es bajito y morenito; indio, vaya. Es un poco holgazán, pero parece un buen tipo.
Al tema. Al llegar al restaurante (se han casado por la mañana y a lo que he asistido es sólo la celebración), que se llamaba La Lagoona, me esperaba Shilpi. Hemos entrado y saludado a los padres del novio. Les hemos agradecido la invitación y nos hemos mezclado entre los invitados. He acosado a todo camarero que portara una bandeja con comida y he hecho algunas fotos, sobretodo de la gente que bailaba enloquecida música india mezclada con reaggeton (ha sonado la canción de "dame más gasolina", inexplicable). Luego, ha llegado el embajador de España, Ion de la Riva, (porque el padre de Shiw trabaja en la embajada), y la madre nos ha hecho subir al piso de arriba, donde estaban preparando los platos para cenar. El salón estaba desértico, pero en unas mesas algo apartadas habían españoles compañeros de la embajada. Los padres del novio nos han dado en todo momento trato VIP, y eso nos ha permitido comer antes que nadie (aunque luego, cuando han subido los demás invitados, he repetido varias veces más). Para ser sincero, no me siento muy a gusto en el papel de VIP europeo, aunque en muchos actos y restaurantes te lo otorguen sin opción; siempre me he considerado del pueblo, casta baja.
Poco a poco han empezado a subir más invitados -habría centenares en todo el complejo- mientras otros seguían bailando en la disco. Yo, por mi cuenta, me he ido hinchando a base de comer platos variados. Los viajes al bufet se han sucedido tantas veces que me he llegado a sentir culpable, pero... "hemos venido a jugar", ¿no?
Sobre las 22 horas nos hemos despedido de los novios (a los que hemos dado un sobre con dinero a modo de regalo), de los padres y demás invitados, y hemos tomado rumbo a casa. Shilpi, que había venido con un taxista privado, me ha dejado delante de mi casa, un gesto que mi barriga llena, mi pierna dolorida y yo hemos agradecido.
Luego, lo de siempre. Ducha, pijama e internet. Y ahora, a dormir, que mañana es lunes.

Pd. Las fotos, como siempre, en el link "mis fotos indias".

2 comentarios:

Los apuntes del viajero dijo...

Buena crónica. Muy visual jejeje. Me he sentido muy identificado, ¡también les habría pegado algún palo de impotencia, también habría gorroneado y también me habría divertido saltándome "normas viales"! Saludos desde Barcelona!

Anónimo dijo...

xato, per cert que t´aborreixes molt, m´agobia llegir la quantitat de coses que fas en comparació a nosaltres.
Per cert, m´entren moltes ganes d´anar a una boda ... aviam si és possible!
Ah! t´has adonat que cada vegada dius més tacos?
Com tens la cama?Cuida´t guapo!